Rodrigo Martínez

Decidió convertirse en chef en 1988 en Buenos Aires, “reconozco que buscaba una forma rápida de conseguir trabajo. Era una excusa para no ir a la universidad” confiesa el mismo Rodrigo. Pero la cocina acabó siendo su pasión y ha trabajado con grandes cocineros como  Koldo Royo, Martín Berasategui o Nandu Jubany.

Para él, Beç es mucho más que un restaurante, es un sueño hecho realidad. Un lugar en el que trabaja elaborando una cocina que es una mezcla de todas las recetas que ha ido aprendiendo durante su carrera profesional y que recogen tradiciones como la española, la francesa, la japonesa, la argentina, la italiana o la mexicana, entre otras.